A muy bajas temperaturas algunos materiales tales como el plomo y el aluminio cambian radicalmente sus propiedades eléctricas y magnéticas. No poseen resistencia eléctrica por lo que el superconductor es un conductor perfecto y la conducción de los electrones se realiza sin pérdidas de energía. Los superconductores además expulsan el campo magnético –efecto Meissner– lo que da lugar a fenómenos de levitación muy espectaculares.
La superconductividad es una manifestación de un estado cuántico colectivo a escala macroscópica en el que los electrones se unen en una onda cuántica que se extiende por todo el material.
Los superconductores ya se usan en múltiples aplicaciones y se prevé que jueguen un papel fundamental en las tecnologías del futuro próximo en campos tales como la energía, el medio ambiente, el transporte, la nanotecnología y la salud.
Conseguir entender a nivel fundamental los superconductores es uno de los grandes desafíos en investigación del siglo XXI que podría dar lugar a una gran revolución tecnológica.