Junto a los superconductores de alta temperatura hay otros materiales en los que se cree que la superconductividad es de tipo no convencional. En estos superconductores la temperatura crítica es baja en términos absolutos aunque no lo es tanto si la comparamos con algunas escalas de temperaturas propias del material. Entre estos materiales se encuentran los superconductores orgánicos y los llamados fermiones pesados.
Al igual que en los óxidos de cobre y en los superconductores de hierro, al modificar ligeramente las condiciones (número de electrones, presión, etc) junto a la superconductividad aparecen otras fases cuánticas, generalmente magnéticas pero también de otros tipos. Algunas de estas fases ni siquiera se sabe bien a qué estado corresponden.
Como en los superconductores de alta temperatura, en estos materiales la interacción entre los electrones es muy alta y se cree que juega un papel fundamental en la superconductividad. En el caso de los fermiones pesados los electrones interaccionan de dos formas diferentes por lo que se dice que hay dos tipos de electrones. Unos son mucho más correlacionados que los otros, y debido a esta correlación tienden a localizarse. Ambos tipos de electrones se mezclan y la interacción no es completa, aunque se mueven como si fueran muy pesados, de ahí el nombre.
En la composición de los fermiones pesados hay tierras raras, como el cerio, el uranio, etc. La superconductividad en estos materiales se lleva estudiando desde 1979 y se cree que tiene muchas características en común con la de los superconductores de alta temperatura.
Otros superconductores correlacionados interesantes son los óxidos de rutenio, en los que las propiedades del par de Cooper son diferentes a las habituales porque tienen momento magnético.